LA VIDA FAN-TÁS-TICA

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Yesterday, I attended what turned out to be a very interesting academic conference to analyze the current situation in Oaxaca. While I was leaving the place where the event was held I took my bag pack and by mistake, I brought on with me two pieces of paper of what it seems to be a piece of a personal journal, written in Spanish. It talks about life, death, happiness and love. I would not dare to translate it into English but after reading it, I thought that it was definitely worth publishing, no doubt in my mind about it. I just wanna ask for an apology to this work´s author for publishing it without his consent (I imply it was written by a man).

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Dude: I have always believed that once you write something it does not belong to you any longer: that is the power of written words. In the end, If you hadn´t got the intention to be read some day, you should have not written this in the first place.

La vida es fantástica. Mi vida, es fantástica…

Curiosamente, en mi caso en particular, el aspecto fantástico de mi vida no tiene que ver con lo que vivo actualmente, que por otro lado resulta ser inmejorable, por lo menos en este momento y debido a mi historia reciente. Mi vida es fantástica básicamente porque estoy vivo y en balance, porque soy conciente de ello y porque en mi horizonte de vida la felicidad nunca ha sido un objetivo. De ser así, seguramente sería muy infeliz o estaría condenado a serlo.

Tener la felicidad como objetivo de vida termina haciendo que dirijamos los esfuerzos de manera equivocada, crea una ilusión que nos hace dar la espalda a la realidad (ilusión que se rompe con facilidad por la fuerza y la naturaleza de los acontecimientos de la vida misma) y finalmente, nos condena a andar en círculos tras una perfección ilusoria. La mayoría de entre los que persiguen la felicidad, terminan auto limitándose, engañados, dudando y tropezando todo el tiempo.

Todo mundo sabe que equilibrio de la vida es increíblemente frágil. Sé que uno puede contribuir de manera importante a fortalecer ese equilibrio pero la verdad es que, por decirlo de alguna manera, uno ve soldados caer todo el tiempo a nuestro lado, heridos de bala, y uno sabe que nada garantiza que no seamos los siguientes. De ahí que sea importante procurar con toda la inteligencia y esfuerzo, con todo el espíritu del que seamos capaces, el fortalecimiento de ese equilibrio, aunque en última instancia no podamos hacer depender nada de ahí, porque ese equilibrio finalmente no depende de nosotros y es parte de la vida también: se mueren los padres, los hermanos, los amigos; ocurren accidentes que producen consecuencias terribles; llegan enfermedades en el momento menos esperado; somos víctimas de la violencia y el crimen, etc.

Creo que no es la felicidad sino el balance (sistemático, creciente y comprehensivo), lo que finalmente correspondería más no sólo con un posible horizonte y la finalidad última de todos nuestros pensamientos, esfuerzos y juicios, sino con el sentido de la vida misma: balance que resumo en la idea de conocimiento, aprendizaje y ejercicio continuos de nuestras potencialidades… balance que resumo en la idea de la construcción conciente del hombre real.

¿Por qué?

En primer lugar porque estoy convencido de que el sistema más que generar a un hombre, cualquier hombre, trabaja para producir su antítesis, la negación de éste. El producto final es una criatura compleja y contradictoria, cómica a veces pero patética la mayor parte del tiempo, aunque finalmente manejable, aprovechable y sobre todo dispensable.

Y, en segundo lugar, porque creo que este es el mejor destino posible ante:

a) la ausencia de un sentido trascendental de la existencia

b) la naturaleza de la vida (una, finita, fugaz, frágil y al mismo tiempo maravillosa, bella y rica en contenido)
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c) el poder, las potencialidades y las posibilidades del hombre como tal (viajero, testigo, actor y constructor)
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d) el secuestro del mundo por parte de una clase.

e) y porque finalmente esa parece ser la racionalidad de los mejores esfuerzos que ha realizado el hombre a través de la historia de los tiempos y de lo cual somos producto, beneficiarios y herederos.

Pero, ¿qué es un hombre real? Yo creo que finalmente es un ser humano que es conciente de todo lo anterior, que plantea un horizonte que tiene por objetivo el desarrollo de su naturaleza (balance), y que vive intensamente ese desarrollo de acuerdo a sus fines y conforme a valores (aprendiendo apasionadamente, cometiendo errores todo el tiempo porque "hace", entendiendo críticamente sus errores y mejorando continuamente). Las características necesariamente son que ese desarrollo se tiene que dar al más alto nivel posible, que tiene que tener objetivos y metas concretas y que tiene que generar un bien común para los presentes o para los que vienen.

Finalmente diría que siempre me ha resultado curioso registrar el hecho de haber sido notablemente más feliz que aquellos que se afanan torpemente en ello.